lunes, 20 de agosto de 2012

El hermano de Asís, un santo más allá de religión

Aunque la pintura italiana de la primera mitad del siglo XIII presenta, en la mayoría de sus casos, la influencia de los rasgos de hieratismo y simpleza característicos del arte bizantino -ajenos aún al concepto de individualidad que conseguirán maestros como Giotto-, pareciera que la dulce sencillez transmitida por los trazos de Margueritone d'Arezzo, en su retrato de San Francisco de Asís maridase, especialmente en este caso, con los valores predicados por el santo: obediencia, pobreza y castidad.

Hijo del rico e influyente Pietro, Giovanni Francesco Bernardone -Cecco, en la voz de su madre-, vio la luz en el año de 1182. 

Similar a la de San Agustín, su juventud fue tan opulenta como tumultuosa y, como en el caso del santo de Hipona, también marcada por un dejo permanente de insatisfacción e incertidumbre.

Su experiencia militar en la guerra contra Perugia -reducida a enfermedad y cautiverio-, y su posterior convivencia con los leprosos de Asís fueron aspectos señeros que contribuyeron a la formación de sus reflexiones sobre las normas de vida imperantes en su tiempo: la economía, la política, la sociedad y, de manera primordial, la puesta en práctica de la vida religiosa.

Sin perseguir un objetivo tan tajante y radical como el de Lutero, los pensamientos del joven Francesco giraban en torno a la causa que había llevado a que la llamada Cristiandad se encontrase tan alejada de la ejecución sincera de los valores cristianos. Gracias a su cotidiana convivencia con mercaderes, diplomáticos y soldados pronto pudo percatarse de que los valores de lucro, ganancia y poder habían suplantado por completo a las enseñanzas predicadas en los evangelios. 

Pero será hasta el año de 1206, en su visita a las ruinas de la capilla de San Damián, cuando escuchará el llamado imperativo y suplicante de una voz que le revela el verdadero camino de su vocación. "Reconstruye mi Iglesia".

Cubierto de harapos, se abandonará a una vida de ascetismo caracterizada por la búsqueda de la presencia de la divinidad en cada una de las criaturas existentes, relacionando a cada ser bajo una perspectiva de fraternidad universal. Iniciando así, tal vez sin proponérselo del todo, una de las más grandes reformas en el pensamiento de su tiempo, que terminará por modificar el rumbo de las concepciones metafísicas y, por ende, de la forma en la que el hombre común se plantea su propio lugar dentro del universo; el panteísmo naturalista cristiano.

El pensamiento del Pobrecillo de Asís -título ganado a pulso- encontró muy pronto su eco en los jóvenes de Umbría, quienes constantemente se sumaban a la incipiente congregación y que, con el fin de evitar la reproducción de los problemas causados por las luchas de autoridad, se decidieron a llamarse frailes, palabra derivada del latín frater, es decir, hermano. 

Luego de eventuales episodios de apedreamiento y expulsión, debido a su comportamiento tan ajeno a las normas de civilidad imperantes, el papa Inocencio III reconoce y aprueba la regla de la orden franciscana entre los años de 1209 y 1210. A partir de ese momento la difusión de las ideas de fraternidad y amor universal resultarán ya imparables. 

Convencido de que resultaba apremiante la difusión del evangelio del amor, inclusive más allá de las fronteras de las tierras cristianas, Francesco se unirá a la Quinta Cruzada; y en la aventura descubrirá (de nueva cuenta) que los intereses de las guerras santas distan mucho de la verdadera voluntad del Ser supremo. 

Abandonado en las arenas del desierto será hecho prisionero y conducido ante Malik al-Kamil, sultán de Egipto y Siria, quien, luego de escuchar sus sermones lo devolverá, conmovido, al campamento cristiano. 

La herencia más grande y permanente de aquella peculiar expedición se materializará la noche de Navidad de 1223 cuando, tratando de evocar los paisajes contemplados en Tierra Santa, el ya no tan joven Francesco se dé a la tarea de construir figuras en miniatura con el fin de representar el nacimiento de Jesús en Belén de Judá; origen de las pascuas y nacimientos que hoy enriquecen a la artesanía popular de tantos pueblos.

El 3 de octubre de 1226 se apagó la existencia del hermano de Asís, aunque su legado aún resuena en las páginas que recopilan los himnos y enseñanzas que escribiera; y en los corazones de todos aquellos que buscan en las cosas del mundo la presencia de los pasos de su Dios. 
















martes, 31 de julio de 2012

Remedios Varo, artífice de sueños

Conjugando a un tiempo sueño y arquetipo, la obra de Remedios Varo destaca como uno de los legados más importantes de la pintura surrealista; aunque la complejidad y el misticismo plasmado en muchos de sus cuadros van más allá de una simple catalogación iconográfica, tan frecuente en las publicaciones sobre historia del arte. 

Nacida el 16 de diciembre de 1908, María de los Remedios Alicia Rodriga Varo y Uranga mostró desde niña una peculiar inclinación por el mundo de la plástica; y a la edad de 15 años ingresó en la prestigiada Academia de San Fernando, en Madrid. 

Desde sus primeras obras intenta descifrar el misterio de los mensajes subyacentes en la apariencia de la realidad, aunque será hasta su encuentro con el grupo Logicofobista, una extensión del círculo surrealista liderado por Breton, que su pintura adquirirá un estilo plenamente reconocible, al tiempo en que se gana la vida con el oficio de dibujante publicitario.

En 1941, unida ya al poeta Benjamín Péret, arriba a tierras mexicanas, huyendo de la persecución que se realizaba en Europa hacia todos los opositores a los ideales nazifascistas; este traslado le permitirá entrar en contacto con las grandes figuras del mundo artístico e intelectual americano, aunque su obra no recibirá mayores influencias de estilo. Sus bases artísticas, más bien, se encuentran en el viejo continente, en especial en las obras de los grandes maestros de finales del medievo, Bosco, Brueghel el Viejo, principalmente. 

Aunque de un modo tardío -realizó su primera exposición en 1955- el reconocimiento de la obra de la hispano-mexicana será definitivo; Vagabundo, Creación de las aves, Cazadora de astros y Papilla estelar son sólo algunas de las piezas que integran su extenso catálogo pictórico. 

Mención aparte merece su importante -aunque poco conocida- obra escultórica, formada por una peculiar colección de piezas elaboradas a partir de elementos eclécticos: huesos, maderas, espinas de pescados, alambres, rocas y cuerdas que se fusionan para formar ecos internos a partir de  las inquietantes figuras a las que dan vida; un equilibrio perfecto entre el fondo y la forma.

El 8 de octubre de 1963 se apaga la luz de esta artista, artífice de sueños.











jueves, 12 de julio de 2012

El soneto, joya de las letras de occidente

Dentro de las formas estróficas existentes en las letras de occidente, el soneto, sin lugar a dudas, ocupa el sitio primordial, pues su correcta elaboración implica un complicado dominio tanto de la formas como de las técnicas poéticas vigentes. 

El soneto es una composición poética de estructura fija que consta de catorce versos endecasílabos, con rimas consonantes entre sí, distribuidos en cuatro estrofas, es decir, dos cuartetos y dos tercetos; y con una estricta disposición silogística que implica el conseguir que el planteamiento, desarrollo y solución del tema correspondan, en una relación progresiva, con cada una de las estrofas del poema. 


La invención del soneto se atribuye al poeta siciliano Giacomo da Lentini, notario del emperador Federico II, en el siglo XIII; aunque, gracias al despunte del movimiento literario conocido como dolce stil nuovo su estructura se verá perfeccionada, destacando las plumas de figuras tan importantes como Guido Cavalcanti y Cino Pistoia, quienes prepararán el terreno para el arribo de Dante Alighieri y Francesco Petrarca, cuyas contribuciones al desarrollo del soneto resultarán definitivas, pues será a través de la influencia de Petrarca que el soneto se extienda al resto de las literaturas europeas. 

La primera adaptación del soneto a la lengua castellana se debe a don Íñigo Lopez de Mendoza, marqués de Santillana (1398-1458), con la publicación de sus Sonetos fechos al itálico modo; sin embargo, tal intentó no logró arraigarse debido a que los cuarenta y dos sonetos del marqués presentan considerables deficiencias técnicas y formales.

Fue hasta 1526 cuando el poeta barcelonés Juan Boscán, tras una conversación con el embajador veneciano Andrea Navagiero, acometió la empresa de adaptar formalmente el endecasílabo italiano a la lengua castellana. 

Pero el triunfo de Boscán fue desigual, pues si bien es cierto que con su propia obra no alcanzó a colocarse como figura señera de la poesía de su tiempo, sí consiguió motivar la obra Garcilaso de la Vega, cuyos sonetos se catalogan como los más perfectos en lengua castellana. 

La poesía de Garcilaso dejaría abierto el camino para los futuros grandes sonetistas de las letras de occidente, de entre los cuales destacan los nombres de Cervantes, Lope, Góngora, Quevedo y Sor Juana, en territorios de la lengua hispana; Ronsard, Baudelaire, Verlaine y Mallarmé, en Francia; así como Milton y Shakespeare en la tierra de albión. 



  

martes, 10 de julio de 2012

Mudras; cuerpo, espíritu y deidad

El origen del término sánscrito mudra se encuentra en las raíces mud, deleite o placer, y dravay, inducir, estimular; aunque generalmente el término es traducido como gesto o actitud.

Los mudras son una combinación de movimientos físicos realizados, principalmente, con las manos a los que se atribuye la propiedad de alterar el estado de ánimo, la actitud y la percepción, mejorando la concentración y amplificando la consciencia. No obstante, un mudra puede involucrar el cuerpo entero en una combinación de gestos y posturas conocida como asana.

El uso de los mudras suele asociarse con las prácticas místicas y religiosas de los pueblos de lejano oriente, aunque, en realidad, se encuentran presentes dentro de prácticamente todas las representaciones religiosas, sin importar su origen o filiación; sin embargo, es en los textos yóguicos en donde se exponen los tratados más especializados sobre su origen y funcionamiento.

Se considera que las posturas y actitudes que se adoptan durante la práctica de los mudras establecen una conexión directa entre el cuerpo físico, mental y vital de cada individuo; de este modo, los mudras operan como una forma de manipular la energía, de la misma manera que un espejo o la pared de un acantilado la desvían en forma de luz o sonido. 

La literatura tántrica afirma que una vez que se ha logrado detener la dispersión de energía mediante la práctica de los mudras, la mente se introvierte, induciendo estados de profunda concentración.





Desde el punto de vista científico se considera que los mudras proveen un camino para acceder e influir en los reflejos inconscientes y patrones instintivos que tienen su origen en áreas primitivas del cerebro,  creando una conexión sutil, no intelectual, con esas áreas. 

Cada mudra establece un vínculo diferente y tiene un efecto distinto en el cuerpo y la mente. El objetivo es crear posturas y gestos fijos y repetitivos que ayuden al practicante a deshacerse de patrones instintivos y llegar a una consciencia más refinada. 

De manera independiente a su relación con las prácticas de meditación, el uso de los mudras es también una forma de lenguaje, con valores estéticos propios que forman parte del vasto patrimonio cultural de la humanidad.


viernes, 6 de julio de 2012

El ruiseñor mexicano


María de los Ángeles Manuela Tranquilina Cirila Efrena Peralta Castera, nació en la ciudad de México el 6 de julio de 1845.

Aunque de origen humilde, siempre recibió buena educación que le permitió desarrollar sus inclinaciones artísticas, revelándose como poseedora de una voz extraordinaria, dentro de la tesitura de soprano.

Debutó en 1853, a la edad de 8 años, interpretando la cavatina de la ópera Belisario de Gaetano Donizetti; y un año después maravilló a la condesa Rossi, considerada como una de las más notables cantantes de la época, que hacía una temporada en el hoy extinto gran Teatro Nacional de México. 

Desde su juventud se esmeró en el estudio y perfeccionamiento del canto, el piano y la composición, destacando de entre sus maestros las figuras del mexicano Cenobio Paniagua y el italiano Francesco Lamperti. 

El 16 de julio de1860 se presentó nuevamente en el gran Teatro Nacional, cantando el papel de Leonora en El Trovador de Giuseppe Verdi. El público la aclamó notablemente; y es ésta la que se considera su función de debut oficial.

Para 1862 ya se encontraba cantando en los principales escenarios europeos, triunfando en la interpretación de los roles más complejos del repertorio del bel canto:  La Sonámbula, Norma y Los Puritanos, de Bellini; Lucía de Lammermoor; La Hija del Regimiento y El Elixir de Amor; de Donizetti; y El Trovador y La Traviata de Verdi. Aún sigue siendo memorable el furor de aquella gira, pues a un tiempo que lograba despertar la admiración debido al tono de su timbre y a su técnica perfecta, en los salones no dejaba de comentarse sobre las risibles y  grotescas gesticulaciones realizadas por su tosco y rudo rostro al momento de cantar, pues al ruiseñor mexicano la naturaleza le había negado toda gracia corporal.





El 29 de enero de 1866 cantó para los emperadores Maximiliano y Carlota. A cambio de tal condescendencia se le nombró "Cantarina de cámara del imperio", provocando la repulsa dentro del bando liberal mexicano. 

Ángela Peralta reanudó sus giras por el interior de la república, seguida de su compañía, integrada por 80 artistas de entre los que destacaba un grupo de jilgueros italianos de dudosa categoría. 


En agosto de 1883, después de cantar la María de Rohan, de Donizetti en un escenario improvisado dentro de un patio, la soprano desembarcó en el puerto de Mazatlán, ciudad que se encontraba asolada por una epidemia de cólera que terminó por afectar a la cantante. 
Ángela Peralta falleció el 30 de agosto de 1883, después de casarse in articulo mortis con su amante, don Julián Montiel y Duarte. 
La grandeza artística de Ángela Peralta se encuentra resumida en la más famosa anécdota que protagonizara: 
Un día, al terminar de entonar algunas piezas sacras ante la apostólica majestad del Papa Pío IX, la Peralta hizo ante su Santidad una reverencia, diciendo: "Santo Padre, así se canta en México". A lo cual, el Papa, profundamente emocionado, exclamó: "¡Así se canta en el Cielo!"


martes, 3 de julio de 2012

Juramento del juego de pelota, ejemplo de organización civil


Para hacer frente a la situación de crisis económica y social padecida por la nación francesa, el rey Louis XVI convocó a la reunión de los Estados Generales, organismo que no se congregaba desde 1614.
Los Estados generales empezaron sus sesiones el 5 de mayo de 1789 en el palacio de Versalles; en esa reunión, el entusiasmo general se transformó en indiferencia cuando el rey declaró que la misión esencial de la asamblea debía constituir en el arreglo de las cuestiones financieras y que no se permitirían innovaciones que afectaran los principios de la monarquía. El discurso evidenció que las solicitudes de la población no serían atendidas y que los buenos propósitos del rey y de su ministro Nécker habían cambiado ante la influencia de las clases privilegiadas.
Frente a esta situación, los representantes del tercer estado decidieron invitar a los diputados del clero y la nobleza para formar con ellos una Asamblea que pudiese considerar todos los asuntos planteados por los cuadernos de peticiones y resolverlos mediante un sistema de votación individual 
La iniciativa del tercer estado fue rechazado por los diputados de la nobleza y provocó un conflicto que se prolongó durante cinco semanas. Finalmente, el 17 de junio de 1789, los diputados del tercer estado y muchos del clero resolvieron constituirse en Asamblea Nacional por entender que representaban más del noventa por ciento de la nación y declararon que actuarían con la colaboración de los demás o aún sin ella.
El rey se dispuso a anular la acción de la Asamblea y ordenó clausurar la sala de sesiones; al día siguiente la Asamblea decidió trasladarse a un pabellón vecino destinado al juego de pelota.






Los miembros integrantes de la Asamblea, reconocidos como verdaderos representantes del pueblo francés, manifestaron su rechazo hacia las caducas y corrompidas instituciones de gobierno y proclamaron un juramento histórico.


"Juramos jamás separarnos de la Asamblea Nacional y reunirnos allí donde las circunstancias lo exijan, hasta que la constitución del reino esté establecida y apoyada sobre fundamentos sólidos; y que, al prestarse el dicho juramento, todos los miembros y cada uno de ellos en particular confirmarán por su firma esta resolución inquebrantable."


Ante esta enérgica actitud, el rey resolvió que los representantes de la nobleza y del clero se incorporasen a la Asamblea. Poco tiempo después, ésta adoptó el nombre de Asamblea Nacional Constituyente y designó una comisión para redactar la Constitución.
La creación de la Asamblea nacional constituyó el primer acto revolucionario y proclamó en los hechos la soberanía de la nación ya que no se reconocía la autoridad del rey para disolverla.

jueves, 28 de junio de 2012

De natura religionum

En un sentido estricto, la palabra religión hace referencia a la relación trascendental existente entre dos unidades, concretamente, el hombre y las diversas concepciones de divinidad por él mismo propuestas.


Para efectos de su estudio, los especialistas han creado una serie de descripciones, más o menos complejas, con base en los rasgos comunes que presenta cada uno de los sistemas religiosos existentes. 

Cabe aclarar que los términos religión e iglesia suelen utilizarse de manera indiscriminada, aunque en realidad aludan a conceptos divergentes. 




La tipología de los sistemas religiosos propone una división general entre dos grandes paradigmas: las religiones teístas y las no teístas.

El teísmo se define como la aceptación conceptual de la existencia de un ser supremo de naturaleza metafísica que funge como creador, es decir una divinidad; mientras que la negación de este concepto no forzosamente deriva en una perspectiva atea, pues existen algunos sistemas de pensamiento religioso que rechazan el concepto de divinidad o lo asimilan otorgándole funciones menores, como metáfora de fenómenos naturales o estados mentales. 

Las religiones teístas se subdividen a su vez en tres grandes categorías: monoteístas, dualistas y politeístas; con base en el número y función de sus divinidades aceptadas, organizadas dentro de una jerarquía específica o Panteón.

Otra división aplicada a las religiones teístas se basa en la idea de revelación.

Las religiones reveladas se fundamentan en una verdad revelada de carácter sobrenatural desde una deidad o ámbito trascendente y que indica a menudo cuáles son los dogmas en los que se debe creer y las normas y ritos que se deben seguir.

Las religiones no reveladas no definen su origen según un mensaje dado por deidades o mensajeros de ellas, aunque pueden contener sistemas elaborados de organización de deidades reconociendo la existencia de éstas en las manifestaciones de la naturaleza.



martes, 26 de junio de 2012

Carlota de Bélgica, emperatriz de México


María Carlota Amalia Augusta Victoria Clementina Leopoldina, princesa de Bélgica, contrajo nupcias con  Fernando Maximiliano José María de Habsburgo el 27 de julio de 1857. Ella tenía 17 años y Maximiliano 25.

A esta pareja se encomendó el consolidar las aspiraciones coloniales de la corona francesa sobre suelo mexicano, empresa que concluyó trágicamente luego de que el dirigente del gobierno imperial se distanciara del conservadurismo francés. 



 La Regente del fallido Imperio Mexicano falleció a la edad de 87 años, en 1927, sesenta años después del fusilamiento del emperador, sorteando a un mismo tiempo soledad y demencia. 

Se dice que en su lecho de muerte la emperatriz de México murmuró; "Recordadle al universo al hermoso extranjero de cabellos rubios. Dios quiera que se nos recuerde con tristeza, pero sin odio ".